Con 2.5 mdp al mes, CRIVER garantiza en Veracruz más de 134 mil terapias y consultas anuales

por Sergio Lara
Veracruz, Ver.- Con un gasto operativo que rebasa los 2.5 millones de pesos mensuales, el Centro de Rehabilitación Infantil de Veracruz (CRIVER) proporciona más de 2,400 consultas y terapias cada mes, consolidándose como un pilar en la atención a menores con discapacidad en la región. Abel Gutiérrez Ruíz, director general de la institución, informó que durante 2024 se brindaron 134 mil servicios especializados.

Anualmente, el centro atiende a más de 10,500 pacientes, con un promedio de seis nuevos ingresos diarios. Las principales afecciones tratadas son parálisis cerebral, padecimientos musculoesqueléticos y trastornos conductuales, los cuales, según el directivo, han mostrado un notable incremento desde la pandemia, afectando no solo a la niñez sino también a los adultos.
Gutiérrez Ruíz detalló que el espectro de atención abarca “todas las discapacidades musculoesqueléticas y conductuales, lo que es el tema sicológico de los niños y de los familiares”. Además de las mencionadas, se ofrece tratamiento para síndrome de Down, autismo y padecimientos del neurodesarrollo como la ansiedad y la depresión.

Para sostener su operación, el CRIVER depende de un modelo de financiamiento mixto. Una parte de los recursos proviene de donaciones y eventos altruistas gestionados por su voluntariado, mientras que otra es una aportación del gobierno estatal. “Nos han mantenido el apoyo a pesar de las dificultades que también está viendo el gobierno del estado”, admitió el director, aunque no especificó el monto de dicha contribución.
A pesar de la elevada demanda, el directivo aseguró que el centro opera al 100 por ciento de su capacidad sin comprometer la calidad de los servicios. Afirmó que tanto las instalaciones como el equipo se encuentran en condiciones adecuadas para garantizar una rehabilitación integral y mejorar la calidad de vida de los pacientes.
El personal del CRIVER está compuesto por 106 colaboradores, quienes son responsables de ejecutar los planes de rehabilitación. El éxito del trabajo diario, señaló Gutiérrez, se refleja directamente en “los resultados en cuanto a las altas de los pequeños y la incorporación de éstos menores a su vida normal”.
El director del centro destacó que el impacto de los trastornos conductuales post-pandemia es una realidad que exige atención continua. El aumento de casos de ansiedad y depresión en la niñez veracruzana ha ampliado el enfoque del CRIVER, que ahora no solo se centra en la rehabilitación física sino también en la salud mental de sus usuarios.
Abel Gutiérrez Ruíz reiteró el compromiso de la institución con los niños que requieren valoración y atención especializada. Subrayó que el objetivo final es lograr una rehabilitación integral que les permita a los menores mejorar su calidad de vida y reincorporarse plenamente a sus actividades cotidianas.





