Clausuran granjas avícolas en Lerdo de Tejada por operar al amparo de la clandestinidad
Lerdo de Tejada, Ver., 4 de diciembre de 2025.
Las granjas avícolas “Trevilla” y “Trevilla 2”, ubicadas en la localidad de Santa Teresa, fueron clausuradas este jueves por personal jurídico del Ayuntamiento de Lerdo de Tejada y elementos de Seguridad Pública Municipal, luego de confirmarse que operaban sin licencias de funcionamiento, autorizaciones sanitarias ni permisos ambientales. La información fue verificada por este medio mediante solicitudes realizadas a la Unidad de Transparencia, donde no se encontró registro alguno que avalara su operación legal.
Las instalaciones se localizan en un área rodeada de cañales, arroyos y canales de riego, lo que incrementa el riesgo de contaminación en caso de manejo inadecuado de residuos avícolas. Especialistas consultados en casos similares en Veracruz advierten que este tipo de actividades, cuando se desarrollan sin regulación, pueden afectar cuerpos de agua, suelos agrícolas y generar fauna nociva.
Durante el operativo, el personal jurídico del Ayuntamiento señaló que la medida corresponde a un procedimiento derivado de la falta de documentos obligatorios. No se ofrecieron declaraciones adicionales debido a que el expediente continúa en integración.
La clausura de Santa Teresa ocurre en un contexto estatal donde distintos establecimientos avícolas han sido señalados por operar sin controles adecuados. Entre los casos documentados se encuentran:
- Granjas proveedoras de Distribuidora San Antonio, en Cotaxtla
En 2025, una instalación vinculada con el suministro de huevo sufrió un incendio que dejó más de 3,500 aves muertas.
- Establecimientos avícolas en Actopan
Estos antecedentes evidencian un patrón en la industria avícola local, donde la falta de supervisión, el incumplimiento normativo y las operaciones fuera de regulación han derivado en conflictos ambientales y riesgos comunitarios.
Irregularidades en Santa Teresa y dudas pendientes
En el caso de las granjas Trevilla, la ausencia total de expedientes —licencia municipal, uso de suelo, dictamen sanitario o manifestación de impacto ambiental— plantea cuestionamientos sobre cómo lograron operar y durante cuánto tiempo lo hicieron.
La ubicación en una zona de vulnerabilidad hídrica y agrícola exige condiciones estrictas para evitar filtraciones o escurrimientos hacia arroyos utilizados para riego. Hasta ahora, no existe registro oficial de que se hayan realizado inspecciones previas o monitoreos ambientales en el área.
Vecinos de la comunidad señalaron que desde hace meses percibían olores fuertes, moscas y escurrimientos, aunque aseguraron no haber observado visitas de supervisión antes del cierre
El siguiente paso
Tras la clausura, corresponde a los propietarios presentar la documentación necesaria para acreditar la legalidad de sus operaciones. El Ayuntamiento deberá determinar sanciones, requisitos de regularización o la posible suspensión definitiva de actividades.
