CARLOS MARCELO Y EDGAR
Salvador Muñoz
Los Políticos
Cuenta la leyenda que hace tres años, cuando estando en la orillita, no se le dio ocupar una curul local, hizo una manda: no cortarse el cabello hasta llegar a ser diputado y a partir de ese momento, la melena no conoció tijera ni peluquero… sus amigos, sus cuates, sus bros dirán que tampoco el Shampoo ni el acondicionador…
La realidad es que a casi dos semanas de que por fin, Carlos Marcelo Ruiz Sánchez rinda protesta como legislador, las apuestas ya están circulando en el PVEM: Se lo corta o se lo deja…
Muy independiente de la sansónica melena de Carlos Marcelo llevada a una manda, promesa o juramento,, hay algo más que hay que reconocerle al dirigente verde… el compromiso de pasar la estafeta una vez que ponga sus posaderas en la mullida curul.
El cambio verde bien podría catalogarse como un auténtico relevo generacional porque a ojo de buen cubero, la diferencia entre Carlos Marcelo y Edgar Herrera Lendechy son 10 años aproximadamente…
Edgar Herrera estará entre los dirigentes partidistas menor de 40 años con Esteban Ramírez Zepeta porque el resto, Luis Carbonell, Fofo Ramírez y Federico Salomón ya rayan en chavo-rucos…
Se supone que el cuenqueño Edgar Herrera Lendechy ha de entrar en funciones como dirigente verde en la primera semana de noviembre.
De cierto modo, el PVEM en esta nueva etapa, tendrá en Veracruz una representación juvenil… por un lado, en la cabecera de la bancada verde local, Carlos Marcelo, que a ojo de buen cubero, está por los 45 años… por otro, Javier Herrera Borunda, de 44 años, diputado federal al frente de una de las Comisiones más relevantes en San Lázaro… y Edgar Herrera, de 35, en la dirigencia estatal del partido Verde, de frente a unas elecciones municipales que de cierto modo, serán su primera prueba de fuego y no precisamente en las urnas, sino primero, en las mesas de negociaciones con los partidos aliados, que es seguro que se mantenga la alianza; luego, en la selección de municipios donde haya garantía de triunfo y después, en escoger a los candidatos que sean sinónimo de éxito… aunque también tendrá una tarea pendiente: darle ese matiz de partido de jóvenes apostando a jóvenes, pero sobre todo, privilegiar la Palabra, en el sentido de darle otro cariz al joven, al que se le ha encapsulado en una generación de cristal, sin sueños, sin proyectos, sin ideales… que la gente perciba al joven comprometido con su sociedad, con su entorno, con ellos mismos… una vez establecida esas bases, seguir escalando peldaños en la preferencia electoral…
Y quien piense que por ir en alianza con el partido en el poder es ganancia, se equivoca… ello obliga al PVEM a redoblar esfuerzos y evitar echarse a la hamaca…
Mientras, las apuestas siguen alrededor de la cabellera de Carlos Marcelo… aunque la mejor apuesta que hizo el melenudo verde fue hace tres años, cuando las circunstancias no le fueron favorables para ser diputado… de haberlo sido, no hubiera tenido bancada; hoy, seis diputados del PVEM los coloca por encima hasta del PAN…
Y si usted apuesta a que Carlos Marcelo ha de aplicarse la de Sansón, yo le juego la contra… El cuasi diputado ya hizo en la melena un personaje que lo distingue, que lo caracteriza, y por lo mismo, la manda que juramentó ha de pasar a la historia.