El trabajo, reformas, sindicatos y 4T; algunas reflexiones

Por Luis Guerrero.
Correo luisguerrerosur@yahoo.com

(Tuxpan, Ver. 01/06/2023). 
Tercera parte.

El trabajo vivo desplegado por las y los asalariados es la fuente original de la acumulación capitalista, lo que explica, el capital financiero, comercial, además del industrial; cuya producción  por unidad de mercancía: es en menor tiempo,con mayor precisión, igual valor de uso y menor valor creado y traducido en capital; el cual se sustenta por lo no retribuido a quien con su actividad subordinada hace posible la riqueza. Dicho de otra manera, la actividad laboral es la inversión de la vida de las y los empleados, que ya objetivada en mercancías es vendida con ganancia, la cual es producto del valor creado por el trabajo del ser humano y no reconocido en sus percepciones. 

Dicho excedente no siempre se le atribuye al trabajo, desde una perspectiva liberal se le asigna ese poder al mercado, a los deseos de los compradores -el valor subjetivado- al precio, como la fuente de la riqueza, de aquí que la producción material, las relaciones sociales, la sola economía en general, son en conjunto la condición que hace posible el excedente que se acumula. En ese sentido, el principio fundamental del liberalismo es el mercado, el mismo que exige la no intervención del Estado dada la complejidad de operaciones, “alteraría el proceso comercial ”, por eso se demanda la menor intervención, laissez faire, laissez passer -dejar hacer, dejar pasar-, son principios que impulsa el pensamiento capitalista.

Contrario a lo dicho, una tarea de la élite capitalista es controlar al Estado, privatizarlo a través de sus socios o representantes incondicionales, como se pudo observar en el periodo neoliberal y se ve con nitidez en los países centrales, particularmente cuando su fuerza militar es la que en los hechos -y más allá de las “leyes económicas”- define las fronteras del mercado y altera la vida interna de los pueblos que se resisten a sus perspectivas extractivistas, de explotación y dominación; empleando como herramienta, las sanciones comerciales arbitrarias, baste recordar los aranceles al tomate, con los que amenazó Trump al Gobierno de México. 

De aquí se desprende que más allá de los discursos, los dueños del capital, les interesa desdemocratizar, son enemigos de la participación popular, lo que admite entender su férrea oposición a que el pueblo elija a las y los juzgadores, pasando por alto que el poder y la soberanía radica en el pueblo, pues obnubilados, – por el poder de hecho y de derecho- sobrevaloran el mando y desconocen arrogantes los derechos del pueblo. Solo desean un estado, puesto al servicio de sus intereses económicos, que niegue la socialización del poder, que el dinero del pueblo sea dirigido a robustecer sus caudales o a salvarlos de sus transas y sus malos negocios, como es el caso del rescate bancario que hizo pública la deuda privada de uno cuantos privilegiados, a través del FOBAPROA.

Dicha decantación del Estado a favor de las minorías, se radicalizó en el periodo neoliberal, con las privatizaciones de bienes nacionales y las llamadas reformas estructurales, que en los hechos, favorecieron a una camarilla de vivales y dañaron significativamente, en sus prerrogativas y derechos,a todas y todos los asalariados, incluidos los trabajadores al servicio de los tres niveles de gobierno. Mención apartemerece la “reforma educativa” que afectó la estabilidad en el empleo, aplicó la evaluación punitiva y en general, vulneró las Condiciones Generales de Trabajo, además del daño educativo como efecto de su reducida perspectiva pedagógica empresarial, basada “en competencias”. Todo con la complacencia y colaboración de los líderes charros. 

Actuaron, con la misma enjundia que las y los diputados del PRIAN -entre ellos “líderes sindicales”- que reformaron lasleyes, entre éstas la Ley Federal del Trabajo (LFT). ¿Para equilibrar los factores de la producción? por supuesto que no, para favorecer al capital. Por ejemplo, La reforma al artículo 48 de la LFT, fue un premio, para que los patrones pudieran correr ilegalmente a los trabajadores, pues redujeron el pago de salarios vencidos, que se contaba desde la fecha del despido injustificado, hasta la terminación del juicio, lo que permitía recuperar los años de salario no cobrados, que podrían ser   5, 10 y hasta 20 años de salarios caídos.

Por cierto, que el Poder Judicial fue el cómplice de esteartero golpe al sector obrero, al resolver a través de Medina Mora, la constitucionalidad de la reforma al Art. 48, como también la Suprema Corte de Justicia de la Nación, avaló la reforma a la Ley del ISSSTE, que desmanteló el régimen de pensiones y jubilaciones de los trabajadores del Estado e impulsó  el retroceso en los derechos laborales de la docencia. Las reformas, posibilitaron los contratos a prueba,que afectan la estabilidad en el empleo y el derecho de asociación en sindicatos y lo que resultó más ofensivo, el outsourcing o subcontratación, que impidió que los trabajadores pudieran identificar a su patrón, y poder demandar la reparación de múltiples violaciones a sus derechos, entre ellos el de la seguridad social, afectando significativamente la estabilidad en el empleo, la negociación colectiva y sobre todo precarizando las condiciones laborales, humillando a millones de empleados y sus familias.

Con las reformas a la LFT del 2019, los efectos adversos delartículo 48 se atemperaron, pues de acuerdo a lo expresado el pasado 1 de mayo por la 4T, el tiempo para resolver conflictos en los actuales tribunales laborales, es menor a 7 meses y medio, además se han recuperado el triple de recursos económicos, para las y los trabajadores, justificando la sustitución del modelo tripartita de las Juntas de Conciliación Arbitrajes, cuya operación  perversa, hacia funcionar a la instancia de “justicia”, como una pinza que constreñía a los trabajadores, pues los representantes  patronal y obrero (generalmente charro),operaban como las palancas o mangos y el eje articulador, lo constituía el representante del estado. Hacían juicios “eternos” y desalentadores, animando la maniobra abusiva del binomio patrón- charro, para acallar inconformidades sindicales o arbitrariedades laborales. Induciendo la existencia de contratos, simulados y de protección patronal.

Abusos, que también han padecido los trabajadores municipales, como es el caso del Ayuntamiento de Tuxpan, Ver., ahora representado por un  Gobierno emanado de MORENA, el cual señaló -en acta de cabildo 12 ordinaria- que se venían pagando cuotas al IMSS por un salario mínimo y que “ahora se pagan conforme a la ley , con el salario integrado”; buena noticia para el personal de base y eventual, pero el asunto no es menor, se trata de un fraude fiscal, que no solo afecta al IMSS, es un agravio contra las y los empleados. Esperamos en el corto plazo, que las actuales autoridades cumplan con la obligación de informar, pues quedan en el aire muchas dudas: ¿cuántos y cuáles gobiernos vulneraron los derechos laborales ante el IMSS? ¿qué cantidad de personal, podrá demandar -al menos los últimos cinco años- el registro con su salario integrado? ¿cómo afectó al personal su ingreso, en las subcuentas individuales? ¿cuántas personas podrán demandar para mejorar sus pensiones? ¿quién será el responsable de verificar se dé parte al área de auditoría a patrones del IMSS? ¿a cuantos millones haciende la evasión? ¿qué personajes se prestaron para estas corruptelas? ¿a cuánto ascenderá el monto por multas y recargos? ¿qué medidas adoptará la actual administración, para que no exista impunidad? Esperamos respuestas, de lo que sí hay certeza y evidencia, es de las mejoras laborales en el gobierno de la 4T, para quienes, poniendo al servicio de los patrones, su corporalidad, se han visto agraviadas, por los gobiernos del PRIAN.

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