‘Eris’ y ‘Pirola’, las dos nuevas subvariantes de Covid 19

Dos subvariantes del Covid 19 mantienen en vilo al planeta. ‘Eris’ y ‘Pirola’ han sido recientemente identificadas, en concreto, en agosto del presente año. Ambas están despertando preocupación en la Organización Mundial de la Salud (OMS) y en algunos países por el aumento de casos y hospitalizaciones.

La subvariante EG.5, también conocida como ‘Eris’, ha sido hallada en 53 países, con especial incidencia en Estados Unidos. De hecho, a día de hoy podría abarcar el 17% de los casos registrados en el país norteamericano. El listado de síntomas de ‘Eris’ es similar al de ómicron: dolor de garganta, secreción nasal, congestión, tos y fiebre.

La portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc) y médica microbióloga del Hospital A Coruña, María Tomás, indica a elEconomista.es que el repunte de casos de Covid 19 se debe a ‘Eris’ y está asociado a los eventos del verano. Además, ha afirmado que esta se convertirá en la subvariante predominante. La OMS la ha definido como una subvariante de interés que requiere estudio.

Ante el repunte de los casos de Covid 19 en España, las mascarillas han vuelto a ser de uso obligatorio en algunos hospitales, en concreto, en varios centros hospitalarios de Cataluña y la Comunidad Valenciana. Otras autonomías ya se han pronunciado. Un ejemplo, es la Comunidad de Madrid y Castilla y León que indican que no está entre sus planes volver a introducir la obligación del cubrebocas. 

La segunda protagonista de esta historia es la DA.2.86, también llamada `Pirola’. Hasta la fecha, ya se han detectado seis casos de la nueva variante en cuatro países: Dinamarca, Israel, Reino Unido y Estados Unidos. ‘Pirola’ mantiene preocupada a la Organización Mundial de la Salud ya que contiene 35 cambios de aminoácidos en su proteína espiga. De hecho, el director de la OMS, Tedros Adhanom, la ha definido como “una variante de emergencia”.

Los síntomas de la subvariante pueden ser muy difíciles de detallar debido al número tan bajo de casos que se conoce. Así lo ha apuntado el biólogo de la Universidad Canadiense de Guelph, T. Ryan Gregory: “no hay forma de saber nada sobre los síntomas específicos de esta variante. Pues solo conocemos seis ejemplos en el mundo y cinco de ellos no están vinculados a un individuo infectado en el podamos observar síntomas”.

Los investigadores se encuentran pendientes de la evolución de ambas subvariantes. Un dato que preocupa es que ambas han aparecido recientemente y han presentado una facilidad notoria en su propagación.

CON INFORMACIÓN DE EL ECONOMISTA

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