Gracias al astronauta Neri Vela, la tortilla llegó al espacio para quedarse
Mexicano que se respeta sabe que no hay nada mejor que una tortilla para comer, así lo demostró contundentemente Rodolfo Neri Vela, el primer astronauta mexicano en viajar al espacio, quien dejó un legado más allá de su histórico logro: su solicitud de incluir tortillas en el menú espacial durante su misión en 1985, petición que no solo satisfizo su amor por este alimento, sino que también revolucionó la alimentación de los astronautas.
La petición de Neri Vela llevó a la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) a considerar la tortilla como un alimento esencial para los astronautas en el espacio. Ya que a diferencia del pan, la tortilla no genera migajas, lo que evita problemas de limpieza y posibles daños a los instrumentos dentro de las naves espaciales.
Ante tales virtudes, la NASA desarrolló una versión especial de la tortilla, hecha con harina alta en proteínas y conservantes para garantizar su durabilidad hasta 18 meses.
Esta “tortilla espacial” se convirtió en un elemento clave en la dieta de los astronautas debido a su contenido nutricional y su facilidad de consumo en condiciones de gravedad cero.
Es así que gracias a la solicitud de Neri Vela, la tortilla trascendió los límites terrestres y se convirtió en un símbolo de la innovación y adaptación de la comida espacial.
Con información de Sol de México