Grave violencia
La Contraparte
Por ÓSCAR PEDRO REYES CASTELÁN
Oficialmente, en el papel, el estado de Veracruz se encuentra rankeado en el lugar 18 de seguridad del país, aunque debajo de la media nacional; en la realidad, vive una espiral de violencia sin fín, con casos similares a la más reciente masacre ocurrida en Guanajuato con 10 asesinados, de un total de 42 hechos de este tipo en la primera mitad del año en el país, principalmente en las entidades de Zacatecas, Michoacán, Guanajuato, Guerrero y Chihuahua. Veracruz, con los más recientes acontacimientos a finales de agosto en San Andrés Tuxtla donde acribilalron a tres personas en un motel y a cuatro más en un domicilio particular, en Tlalixcoyan, no escapa a esa clasificación. El miércoles, por ejemplo, en Xalapa dos sicarios a bordo de una motocicleta balearon y dieron muerte a la subdirectora de la escuela primaria ‘Adolfo Ruiz Cortines’ cuando llegaba al plantel, donde también resultó herido su menor hijo de siete años de edad, lo que conmocionó a la ciudad capital, y, con motivo de este atentado, 150 maestros del Sindicato Independiente de Trabajadores de la Educación de Veracruz (SITEV) presentaron denuncia penal contra miembros de la delincuencia organizada que los extorsionan y amenazan con matarlos si no les entregan un porcentaje de su sueldo, a fin de dejarlos llegar a impartir clases a distintas comunidades. No fue todo. En Hiodalgotitlán, maleantes dispararon contra un empresario constructor que resultó herido, pero su hija de tres años de edad no usobreviviór. En Martínez de la Torre, integrantes de una banda dispararon contra un agricultor, que salvó milagrosamente la vida, aunque los criminales lo despojaron de herramientas agrícolas. En Banderilla, a orillas de la vía del tren en la colonia Salvador Díaz Mirón, fue abandonada una maleta que contenía un cuerpo desmembrado de un desconocido, hasta el momento; En Atzácan, suman 15 cuerpos recuperados de fosas clandestinas, y, como corolario, la periodista Concepción Sánchez, de Papantla, denunció ante la Fiscalía General del estado a policías municipales de ese lugar por haberla golpeado, incluso el propio comandante, José Migue Santoyo Hernández, la amenazó de que si mencionaba algo de la agresión “allá nos vemos afuera”. Son acontecimientos que publicaron medios de comunicación y portales digitales, de lo que está pasando en la entidad. Sí es grave la violencia, a contracorriente de la versión oficial, con cifras que solamente se explicarían si las maquillan, lo cual no resultaría nada extraño. Esos hechos, que no pueden evitarse en su totalidad pero sí contenerse con una estrategia de seguridad distinta a la que ahora se aplica si resultados, como es la de abrazos o dejar hacer y dejar pasar, coloca nuevamente al gobierno en una grave dificultad, no resolver y no atender este reclamo social de garantizar la vida y bienes de los veracruzanos, y sin la menor posibilidad de cambio, a juzgar por las palabras para minimizar los hechos en boca de los funcionarios encargados de la seguridad pública. A ver hasta cuando resiste el delgado hilo de la paciencia ciudadana.
Con las lluvias de los últimos días, las calles de muchas las ciudades y pueblos volvieron a presentar daños por el constante paso de vehículos. Hay más baches y eso provoca riesgos para automovilistas y transeúntes por librar esas peligrosas trampas. En Veracruz-puerto, por ejemplo, la mayoría de las calles asfaltadas tienen problema de hoyandos, aún cuando varios de ellos ya habían sido reparados, y no demoraron ni semanas, lo cual también revela que los trabajos realizados no fueron los adecuados. Urge una nueva reparación, que podría tardar otras semanas más, en tanto pasan las lluvias de la temporada.
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