La falacia argumentativa y antidemocrática en pro del Poder Judicial
Segunda parte
26/08/2024
La expresión dominante del poder al interior del Poder Judicial, es coincidente con los poderes fácticos, hablamos de los medios de comunicación, la élite económica y otros sectores en los que se cuentan académicos opuestos a la 4T y más recientemente dos embajadores de los países con los que México pactó el T-MEC. Lo anterior encuentra una explicación en la pérdida del consenso del pueblo, pues el PJ se concibe y actúa como absoluto, es decir, se excluye de cualquier relación con las personas de las que en estricto sentido depende; de aquí la necesidad de recordar que las y los individuos conforman lacomunidad política -incluso prejurídica- y son la única fuente de poder, de igual manera el trabajo vivo, es fuente de valor, el sujeto no tiene valor, cuenta con dignidad -política, jurídica y moral- por decir lo menos. Organizado en el estado político, persigue garantizar en última instancia, la afirmación y crecimiento cualitativo de la vida, (de todos sus integrantes) desde luego que estas afirmaciones son válidas en el contexto delos conceptos y categorías de la filosofía política en la que se sustenta MORENA.
Lo anterior invita a reflexionar en qué saberes o epistemologías se soporta la visión del bloque opositor, en principio subrayamos que hay un elemento, un rasgo que comparten y da contenido a sus concepciones y prácticas, más concretamente hablamos de un fundamento que les da identidad ideológica, “su política” se sustenta en el maquiavelismo, se trata de la razón política estratégica al margen de principios normativos, seinteresan por los fines de sus luchas, sin importar los medios, no les resulta relevante, si se exhiben solicitando se vulneren leyes e incluso torcer la Constitución en favor de sus exigencias, como lo pudimos ver con respecto al tema de la “sobrerrepresentación”, les interesa el éxito de sus estrategias, “el fin justifica los medios” además, se permiten utilizar campañas negras o cualquier tipo de argumento aunque no seaválido. En ese tenor, parar al PJ, a pesar de ser un acto completamente fuera de la legalidad, al margen del procedimiento de emplazamiento y estallamiento de la huelga -en su caso-; nos obliga a cuestionar ¿dónde quedan los “principios” de un PJ “apolítico y desideologizado”, que presume conducirse con “lealtad a la Ley?
Seguro podrán contestar cualquier cosa, pues se trata de un poder “absoluto”. En ese ámbito de cuestionar el sustento argumentativo de la oposición, cabe preguntarse ¿qué visión común les hace rechazar el voto ciudadano para elegir a los juzgadores? Repasemos sus argumentos: los jueces deben actuar sin sesgos ideológicos; el voto destruye la independenciadel PJ; el voto puede aumentar la corrupción; los juzgadores pueden pretender agradar a las fuerzas políticas; la militancia y el sufragio destruyen la carrera judicial; la elección puede empeorar los problemas; las decisiones judiciales obedecen a las preferencias de quienes los postula y elige; el voto ciudadano busca un compromiso con el elector; la SCJN es una institución contramayoritaria. En principio negamos la ideología de la desideologización, podemos decir que tenemos una visión de mundo construida socialmente, el pienso y luego existo, el autoconstituirse, resulta imposible, existe una visión compartida de la realidad, como el maquiavelismo abordado líneas arriba, la ideología atraviesa a todas las personas, incluso a los científicos sociales, no se trata del “pensamiento esterilizado” de un sujeto al margen de su contexto. La otra visión que llama la atención es pensar que el sufragio, como compromiso con el elector, o más claro, el voto corrompe al juzgador o destruye instituciones.
Con otras palabras la voluntad expresada en “el voto corrompe”, porque el ser humano es concebido como un ser egoísta, que sólo ve por sus intereses, impulsado siempre por sus apetitos, de ahí la advertencia del mito lupino, en el que se narra -el absurdo- de la destrucción entre mamíferos y en esa lógica, el ser humano destruiría a otro ser humano en un supuesto “estado de naturaleza” pues, el hombre, es el lobo del hombre, cuya naturaleza no se centra en los límites de la razón humana, la que solo atiende a la “utilidad verdadera”, ésta última explicada a nivel del individuo, depende del por el grado de su poder y de sus deseos. Sólo por el pacto político, se puede meter en cintura el impulso de las pasiones súbitas y violentas, es por medio del poder, pensado como dominación, el que pone en orden a la fuerza ciega de la naturaleza humana, a través del derecho, aislado de la moral formal. Asimismo, y de acuerdo al texto académico publicado por la SCJN, el caráctercontramayoritario del PJ se debe a que los juzgadores pueden actuar en contra de los intereses de la mayoría, además porque son procesos en los que generalmente se confrontan dos partes y a una de ellas se les niegan sus pretensiones. De lo que se puede deducir el 50% de respaldo a sus actuaciones.
En el fondo y de acuerdo a la forma en que ha venido actuando la SCJN, es entendible su carencia de legitimidad social, por ello, “se sostiene” de minorías. Observemos su cobertura de servicios, en el 2023 resolvió 1 413 724, otro tanto similar el PJ en los estados. Otro dato relevante es en materia de amparo, el 50% son rechazados, el 12% recibe protección para reponer el procedimiento o para efectos y sólo cuenta con el 5% de eficacia -datos del Dr. Parada Sánchez, participante en foro de la UNAM-. Lo anterior permite concluir, que lo que sostiene su argumentación y su actuar, es el eurocentrismo y el nortecentrismo, es decir, el pensamiento “moderno”, cuya perspectiva contra mayoritaria, obedece al pensamiento liberal; veamos: dadle todo el poder a la mayoría, ella oprimirá a la minoría…; o parafraseando a “los padres fundadores”: el debatecon la ciudadanía dificulta la discusión racional. Vemos en el discurso, la misma gata, pero revolcada, se trata del pensamiento colonizado, que ve a la persona humana, solipsista, egoísta, gobernada por sus pasiones y apetitos, argumentos carentes de comprobación histórica, sostenidos por la falacia argumentativa. Cuyo propósito, es naturalizar el actuar deshumanizado de unos cuantos ambiciosos.