La vida es un carnaval
TIERRA DE BABEL
Jorge Arturo Rodríguez
A mi recordable amigo Manuel Lagunes Casas (QEPD).
Gracias por sus aventones a viajes inolvidables.
Por allá nos vemos.
“Hache.- Letra con la que está reñida media Humanidad”. (Enrique Jardiel Poncela).
Mes de junio, a mitad del año, que no a mitad del camino, porque “no hay camino, se hace camino al andar”, mucho menos a mitad de la vida, ¿quién podría saberlo? No sé ustedes, pero sigo viviendo en lamentos, aunque me haga el valentón y lo que quieran. ¿Alguien no lamenta la muerte de un ser querido? Como canta Joan Manuel Serrat: “La vida y la muerte bordada en la boca tenía Merceditas la del guardarropa…” ¿Acaso no es así: la vida y la muerte bordada en la boca?
Estudiosos en la materia afirman que debido a la pandemia y a la violencia, muchos países han visto disminuir su esperanza de vida, y que México, entre no sé cuántos, ocupó el cuarto lugar al bajar el promedio de vida de los mexicanos cuatro años. Es decir, si antes se tenía la esperanza de vida de hasta los ochenta años o más, ahora descuéntele cuatro añitos, y de seguir el desmadrito de más pandemia y violencia que las autoridades no logran ni por dónde entrarle, sencillamente vamos pa’ atrás, nuestros descendientes vivirán menos, mucho menos. Pandemia y violencia, para no mencionar otras atrocidades apocalípticas. ¡Ay, nanita!
El actor argentino Ricardo Darín, en entrevista, expresó: “Soy alarmista, fatalista y pesimista. Soy de los que creen que las cosas nunca van a mejorar, pero como defensa y supervivencia soy altamente positivo. Del vamos para adelante y qué hay que hacer. Pero soy alarmista. Si estoy en la calle, tengo un escáner periférico.” Y sigue cantando Joan Manuel Serrat (se largó de los escenarios pero lo seguiré escuchando): “Ay, mi amor, sin ti no entiendo el despertar. Ay, mi amor, sin ti mi cama es ancha. Ay, mi amor que me desvela la verdad. Entre tú y yo, la soledad y un manojillo de escarcha.” Sí, a veces los despertares no se entienden sin el ser querido que ayer estaba vivito y chingando. Claro, es un decir, vaya, que se extraña y, ni modo, a seguirle… Enrique Jardiel Poncela define “Puntos suspensivos” como: “Agarradero de los que no tienen nada que decir cuando escriben”. Tons, por aquí me quedo pa’ no andarla c…
Antes déjenme comentarles que mejor seguimos a la influencer veracruzana Yeri MUA, la nueva reina del Carnaval de Veracruz 2022, cuando dijo: “Por favor, que nunca les digan que no pueden lograr algo, porque a mí me dijeron que no y aquí estoy”. O lo que es lo mismo, la vida es un carnaval.
Los días y los temas
Ahora que andan emocionados (¿?), ¿cuándo no?, con las próximas elecciones a gubernaturas y, no nos hagamos pénjamos, con miras a las del 2024, me preocupa la penetración del internet en nuestras vidas; pareciera que ya valimos máuser, no existimos sin ese avance tecnológico –claro, tiene sus pro también-, no hay acercamiento humano.
El personaje principal de la novela Vencejos, de Fernando Aramburu, expresa: “Hace poco leí en el periódico un informe sobre el paulatino descenso del cociente intelectual en las nuevas generaciones. Que si no se concentran, que si cada cinco minutos necesitan un cambio de estímulo. El problema afecta no sólo a España. ¿Para qué memorizar si todo está en Google? ¿Para qué entender los fundamentos de aquello que se obtiene o se lleva a cabo con sólo apretar las teclas correspondientes? ¿Para qué estrujarnos el cerebro si disponemos de máquinas provistas de inteligencia artificial? Mi pronóstico es negro, muy negro. Estos chavales terminarán vitoreando algún tipo de tiranía. Es lo habitual cuando las multitudes renuncian al cultivo de la mente crítica y delegan en una instancia superior la toma de decisiones. Menos mal que yo no estaré para verlo.”
¿Será?
De cinismo y anexas
Para no variarle, van otras definiciones de Enrique Jardiel Poncela, del libro Para leer mientras sube el ascensor:
Recordar.- Operación que, como la de pelar cebollas, siempre acaba haciéndonos llorar.
Pescadería.- Depósito de cadáveres conservados en hielo.
Calcetines.- Fundas para los pies, unas veces con rayitas, otras con redondelitos y otras con agujeritos.
Prohibido el paso.- Lugar por donde pasa todo el que se lo propone.
Consomé.- Agua turbia traducida al francés.
Taxímetro.- Aparato que marca lo que quiere el chofer y con el que puede medirse la tensión cardiaca del viajero.
Ahí se ven.