No.3 Las congruencias e incongruencias son (in) humanas

Guadalupe Guerrero Dávila, Dra.

¿Cuántos de nosotros hemos defendido en algún momento el valor de la libre expresión?, muchos seguramente y es que sabemos que los artículos 6o. Y 7o. constitucionales refieren que nadie tiene el derecho de prohibir o limitar la libertad de expresión, lo que también es respaldado por el artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Pero¿qué sucede cuando grupos minoritarios usan lenguajes que no están permitidos? Ya sea por los grupos dominantes de instituciones como la Real Academia de la Lengua (surgida con la inquisición) o “intelectuales” que buscan conservar el lenguaje a capa y espada, a los que se unen también cientos de comentócratas de los medios masivos de comunicación quienes ponen el dedo a los grupos que buscan crear sus propios lenguajes a fin de defender sus genuinas causas, es el caso de grupos históricamente vulnerables como son las mujeres, ellas organizadas ya sea por la dolorosa e irreparable pérdida de una hija a causa de la violencia,  cansadas de que ninguna autoridad las escuche, otras por sufrir la violencia en el hogar por parte de sus parejas se ven forzadas a huir de él para proteger su vida, otras por no ser aceptadas por su raza y situación económica…por su condición indígena porque en este país si se es mujer, indígena y pobre, se carga triple estigma, el caso es  que ellas han decido hablar de “ELLES”, buscando hacerse y hacer visibles a otros excluidos del mundo patriarcal. 

Es muy importante ahondar en el uso del lenguaje y ver que éste a través de la historia se va modificando de acuerdo a las necesidades de los grupos y que en el lenguaje ordinario hay mucho de la vida política oculto, por lo que quien busca transformarlo, también busca cambiar algo que está dañando su vida, además esto es legítimo, la constitución lo apoya, los  conservadores del poder, buscan no solo estigmatizar el uso de las “ELLES” porque decir “les otres”, no daña a nadie y no es justo pretender crear de esta lucha y su decir, despojos lingüísticos que los señalen como absurdos e innecesarios, cuando ese lenguaje ordinario, es una recreación, una posibilidad de redefinir el rumbo impuesto a grupos vulnerables.

Tal vez leyendo al filósofo analista del lenguaje ordinario David Bak Geler, nos ayude a comprender que ninguna prohibición a la pluralidad lingüistica, va a detener los cambios al lenguaje, porque no existen lenguajes incorrectos, indignos del saber, sabemos son manifestaciones de fuerzas sociales que buscan gritar un ya basta y no se van a callar. Pero como dice Ana Belen y V. Manuel ¿Qué te puedo contar, qué te puedo decir que tú no hayas vivido?.

error: Elementosmx