SOMOS MENOS POBRES, PERO…


Brenda Caballero
Números Rojos

Cuando hablamos de pobreza, lo primero que viene a nuestra mente es que no tenemos dinero. Por ejemplo: La expresión “ando pobre” cuando es fin de quincena y nos invitan a algún lugar y no tenemos dinero para asistir.
Sin embargo, hablar de pobreza para una persona que está en el rango de “pobre”, implica más que no tener dinero. Es decir, para conocer la verdadera realidad de ser pobre, una persona puede carecer de agua, electricidad, estar desnutrida, tener mala salud, muy poca educación o un trabajo precario, lo que la coloca en desventaja con el resto de la población.
Entonces hablamos de pobreza multidimensional al analizar sus condiciones de vida y ver si el ingreso mínimo por persona le sirve para adquirir una canasta de bienes alimentarios y no alimentarios que le permitan un nivel de vida adecuado.
Si el ingreso de la persona no le alcanza para adquirir la canasta de bienes alimentarios, entonces estamos hablando de pobreza extrema.
Esta pobreza medida por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) es la que ayer alborotó a los medios y las redes con su informe sobre las Estimaciones de Pobreza Multidimensional 2022 a nivel nacional y por entidad federativa.
Es de resaltar que el alboroto fue porque hubo buenas noticias… pero también no tan buenas… dijeran por allí, “malas”.
Dentro de las buenas está que en 2022 las políticas del Gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador sacaron a 5 millones de la pobreza en comparación al 2018. Esto sin duda significa que ha aumentado el número de familias beneficiadas por el aumento al salario mínimo, la lucha contra el outsourcing y los programas sociales implementados por esta administración como son la Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores, Programa de Becas de Educación Básica para el Bienestar Benito Juárez, Beca Universal para Estudiantes de Educación Media Superior Benito Juárez, Jóvenes Construyendo el Futuro, Sembrando Vida. Recordemos incluso la frase del Presidente: “Por el Bien de Todos, Primero los Pobres”.
Y he allí que el Presidente ha cumplido con los pobres, mas no así con los que se encuentran en pobreza extrema, pues subió de 7 a 7.1 por ciento.
¿Por qué si baja la pobreza, sube la pobreza extrema? Los que saben afirman que si bien los programas sociales han beneficiado a millones de hogares, no han llegado totalmente a la población que se encuentra en pobreza extrema, perdiendo así su poder distributivo.
El informe señala que se incrementó el no acceder a los servicios de salud, pues se duplica; pasa de 16 por ciento en 2018 al 39 por ciento en 2022, lo que significa que 4 de cada 10 personas se quedan sin acceso al derecho a la salud. Es decir, poco más de 30 millones de mexicanos se quedaron sin acceso a servicios de salud en 4 años, así como 1.5 millones sin acceso a la educación que viene siendo una reacción a la epidemia de Covid vivida.
En un país tan polarizado, cada quien celebra sus datos. Mientras el Gobierno dice ir por el buen camino al sacar de la pobreza a casi 9 millones de personas, sus opositores argumentan los 30 millones de personas que se quedaron sin servicios de salud.
Pero ¿cuáles son los otros datos que usted tiene y con los que tiene que vivir todos los días?
correo:caballero_brenda@hotmail.com
Twitter: @NumerosRojos_BC

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