¿Verdad o mentira?
TIERRA DE BABEL
Jorge Arturo Rodríguez
Estamos viviendo en un mundo de ocurrencias y lo peor es que nos las creemos. Nos construyen escenarios tras escenarios y así hasta taladrar nuestros cerebros –importa un bledo lo que se piense- para que sólo nos quedemos con miserias en todos los ámbitos y niveles, llámele político, social, económico, educativo, entretenimiento, cultural… (¿Dónde anda la cultura?). Pero no es para tanto, caramba, aún la felicidad se asoma pa’ ver si la vemos.
Por estas fechas México seguirá en la pandemia electoral y más lo que viene. Ni modos, hay que entrarle porque si no… ¡Imagínense! No sé quién dijo que este país parece un chiste, pero no hay que decirlo muy alto.
Hace unos días la diputada local por Morena, en el Estado de Hidalgo, propuso “agarrar el machete y darles en la madre a los delincuentes”.
Luego comentó: “La verdad quizá sea criticada por lo que voy a decir, pero tenemos, uno a uno que ir con la ley a denunciar, eso es de ley. Una vez, vi que estaban como golpeando (a unas personas) por mi calle en la madrugada y llamé y llamé a la policía y estaban ocupados… ¿Cómo es posible que en la noche las autoridades descuelgan el teléfono para no hacer nada, mientras que gire el mundo y que se mate quien pueda? No puede ni denunciar porque el teléfono está descolgado”.
¿Verdad o mentira? ¿Una ocurrencia? Pero el poder, en general, tiene mal sentido del humor, dicen.
YurlB.Borev escribió que el mundo pertenece a la risa, y la risa al mundo. En el mundo de la risa y en la risa del mundo reside la esperanza de paz de los hombres. Los habitantes de Gabrovo tienen razón: “El mundo no perecerá si sabe reírse.” ¿Será?
La tolerancia no es bienvenida.
“Dos amigos hablando:
-¿Por quién vas a votar en las próximas elecciones?
-Por Alibabá y los 40 ladrones. Para asegurarme de que solo nos roban 41.”
Los días y los temas
Hace algunos años leí lo siguiente:
“Nasreddín Hodscha, que ha perdido su asno, se pone a buscarlo mientras grita:
“¡Gracias a Dios! ¡Gracias a Dios!”.
“¿Y por qué das gracias Dios?”, le pregunta la gente.
“Le doy las gracias porque no montaba el burro cuando se perdió. Si no, yo también me hubiera perdido con él.”
El que tenga oídos…
De cinismo y anexas
Para no aguar mi fiesta de los últimos días de vacaciones –después vendrá el grito de “¡Me vale Madres, cabrones!” o algo así, el mundo cambia y México también-, les comparto lo que sigue.
*¿Qué raza de perro puede saltar más alto que los edificios? Cualquier perro, porque los edificios no pueden saltar.”
* “¿Se acuerda de mí, doctor? Usted me operó el dedo…” “Pues claro hombre, ¡choque esos cuatro!”.
*¿Cuál es la diferencia entre ignorancia y apatía? No lo sé y no me importa.
Hasta la próxima.