Alarde de poder

La Contraparte

Por ÓSCAR PEDRO REYES CASTELÁN

Lo ocurrido en Coatzacoalcos el fin de semana resulta tan inquietante como los hechos recientes en los estados de Guanajuato, Jalisco, Chihuahua y Baja California, donde hubo incendio de tiendas de conveniencia y quema de vehículos, además de bloqueos y tiroteos, debido a que esos comercios no pagaron “cuota” a los grupos delictivos. Allá, como acá, la violencia ha adquirido carta de naturalización con asesinatos diarios y frecuentes enfrentamientos entre grupos antagónicos y contra elementos policiacos, casi siempre con daños colaterales. A la zona sur, que es la más castigada por la violencia en el estado, habría que agregarle otros delitos de incidencia frecuente, los secuestros, y acaban de denunciar ganaderos y empresarios que padecen robo de reses y extorsiones. Esos grupos criminales, por lo que puede observarse, ya se subieron a las barbas de las autoridades, y tanto se han empoderado que no hay ley ni Dios que los detenga. El sábado, en un acto de intimidación, los criminales prendieron fuego a dos patrullas de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) en ese municipio, para demostrar su poder. Esas unidades estaban estacionadas en un taller, no hubo oficiales heridos ni muertos, pero eso no resta gravedad al asunto. Fue un claro reto, directo a la SSP, pero también para los gobiernos estatal y federal, lo que no es algo nuevo; este alarde sólo explica que en Veracruz van por el dominio total de la plaza de Coatzacoalcos, que es un importantísimo polo de desarrollo económico, actualmente y en fechas futuras, por el proyecto del Corredor Transístmico, imán en inversiones nacionales y extranjeras. ¿Qué va a pasar? ¿qué respuesta habrá? Desde hace tiempo, meses, Seguridad Pública es de las pocas instituciones que decidieron enfrentar a la delincuencia, otra es la del gobierno de la Ciudad de México, y hay razón para que reciben este tipo de ataques. Aquí lo interesante no es realizar una redada como respuesta pública, o sólo detener a los autores materiales de ese hecho; lo que importa es si las instituciones están dispuestas a ceder plazas, como Coatzacoalcos y sus municipios conurbados, o cualquier otra. El mensaje que deja el crimen organizado requiere de una respuesta de amplio alcance, no temporal ni mucho menos mediática. Es riesgo y oportunidad para el estado, quien debe responder ante los ciudadanos. Ya se verá la decisión que tomen, mientras tanto lo mejor que puede hacerse es rezar.

+++En el PAN comienza a circular una versión que no podría descartarse, aunque parezca inverosímil. Los Yunes, quienes tienen el control del Comité estatal con Federico Salomón en la presidencia, perfilan a una mujer como potencial candidata a Gobernadora, previendo que la lucha pudiera ser contra Rocío Nahle García, de MORENA, como ha dejado en claro la línea trazada desde Palacio Nacional. Habrá quienes piensen que podría tratarse de la senadora Indira de Jesús Rosales San Román, quien aunque leal a ese grupo, la confianza en ella no es para darle una responsabilidad de ese tamaño; tampoco la diputada María Josefina Gamboa, que ha servido a sus intereses, pero a quien tampoco le darían una oportunidad así. No, se trata nada menos que de la señora presidenta municipal de Veracruz, Patricia Lobeira Rodríguez, esposa de Miguel Angel Yunes Márquez. Así las cosas, aunque sientan que la lumbre les llega a los aparejos.

Escriban a opedro2006@gmail.com

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