¿Bañarse diario o no? Descubre qué dice la ciencia

Según el estudio Harvard Health Publishing, se ha observado que en Estados Unidos casi dos tercios de la población se baña a diario, mientras que en Australia este hábito es seguido por el 80 por ciento de sus habitantes. En contraste, en China al menos la mitad de la población se limita a bañarse únicamente dos veces a la semana.

Este comportamiento tiene un trasfondo social más que de salud, siendo el principal motivo la preocupación por el mal olor corporal, la higiene después del ejercicio físico o para despertar y activarse para el día. No obstante, existen condiciones médicas que limitan la frecuencia de los baños, como enfermedades respiratorias como el EPOC o el asma agudo, así como problemas dermatológicos como ciertas infecciones, psoriasis y dermatitis.

En el caso particular de la dermatitis atópica (DA), una enfermedad crónica de la piel, se ha planteado la creencia de que el agua y el jabón empeoran los síntomas al resecar la piel. Sin embargo, investigaciones recientes han sugerido que las personas con DA que se bañan diariamente no muestran una intensidad mayor de síntomas en comparación con aquellos que no lo hacen.

En el programa de ciencia “Mándarax”, Leonora Milan y Alejandra Ortiz abordan el tema de la higiene personal y la suciedad, destacando que la piel humana alberga una variedad de bacterias y hongos que colaboran en el mantenimiento de la humedad corporal.

Además, un estudio realizado en Japón reveló que tomar un baño caliente a una temperatura de aproximadamente 40°C puede mejorar la salud al aumentar el flujo sanguíneo y distribuir más oxígeno en el cuerpo. Los participantes reportaron sentirse menos fatigados y estresados después del baño, además de experimentar una mejor sensación en la piel y un impacto positivo en su salud mental, reduciendo el estrés, la ansiedad y la depresión.

En conclusión, bañarse es un hábito importante que puede contribuir a eliminar olores y suciedad, mejorar el estado de ánimo y la percepción del cuerpo. No obstante, es importante mantener un equilibrio, ya que bañarse en exceso puede alterar el microbioma, causar resequedad e irritación en la piel, especialmente si esta es sensible al agua o al jabón.

Con información de Xataka.mx

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