“Cuesta de enero” ya no afecta los bolsillos de familias veracruzanas, asegura diputado Toño Luna

  • El Gobierno Federal consolidó políticas públicas que salvaguardan el poder adquisitivo, frena la inflación, la carestía y se afianza el bienestar del pueblo, expresó

Xalapa, Ver.- La política económica establecida por el Gobierno Federal permite que el arranque de este 2023 no registre turbulencias inflacionarias y de carestía, como en el pasado, lo cual permite salvaguardar el poder adquisitivo y la economía de las familias”, reconoció el diputado local Toño Luna.

El Legislador de Morena recordó que hasta antes de los gobiernos de la Cuarta Transformación, el pueblo sufría con el inicio del año: siempre la “cuesta de enero” era catastrófica para el bolsillo de las familias, porque se les venían es cascada alzas en la gran mayoría de los artículos de consumo popular y en los energéticos.

“Por décadas el pueblo padeció gobiernos indiferentes ante la carestía, la inflación y la pulverización del poder adquisitivo, porque siempre se “pactaron” paupérrimos incrementos a los salarios mínimos, que al primer día de enero se pulverizaban ante la cuesta”, enfatizó.

El Representante popular agregó que el desempeño de la economía mexicana logrado al cierre de 2022 permite contener la tradicional “cuesta de enero”, ya que el deslizamiento de la inflación ha sido en términos aceptables y, por ello, no se han disparado los precios de los artículos comprendidos en la canasta básica de las familias.

De este tema, dijo, poco se habla, porque no es redituable para el discurso opositor en contra de las políticas públicas del Gobierno Federal, simplemente carece de argumentos al no existir una crisis inflacionaria que impacte en los precios al consumidor, en los alimentos básicos y energéticos, indispensables para el bienestar de las familias.

E indicó que cuando se privilegia el bienestar del pueblo se logran políticas públicas que permiten mantener su poder adquisitivo, incrementar sus ingresos y ubicar en niveles muy aceptables el deslizamiento de precios al consumidor, sin que esto ponga en riesgo el bolsillo de los mexicanos.

Consideró como fundamental para darles estabilidad y tranquilidad a las familias, el incremento salarial pactado con el sector productivo, que fijó en 207.44 pesos el ingreso mínimo de las y los trabajadores fuera de las zonas fronterizas y en 312.41 para la Zona Libre de la Frontera Norte; el control en los precios de los energéticos, la fortaleza del peso frente al dólar, la reactivación de la economía y de la inversión extranjera directa, así como un focalizado apoyo social para la población.

Este es un gobierno, apuntó, comprometido con el pueblo, con su bienestar y progreso; en otros tiempos, el pueblo estaría padeciendo por una política económica basada en quedar bien con los señores del dinero y no con la gente; esto ha cambiado radicalmente desde el inicio de la Cuarta Transformación.

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