DEPREDADOR
Salvador Muñoz
Los Políticos
La llamaron Protesta a la acción de las ediles porteñas para retirarse de la Sesión de Cabildo del Ayuntamiento de Veracruz del pasado martes, porque no estaban dispuestas a compartir la mesa con un presunto violador, en clara alusión al regidor Sebastián Cano, quien ha sido señalado y acusado por acoso y abuso sexual.
Estoy seguro que en la Protesta va implícito el Rechazo y el Desprecio al individuo, a la persona, y agregue la Impotencia, porque a pesar de 16 acusaciones donde cuatro han llegado antes las autoridades ministeriales, la Ley no se ve y la Justicia, brilla por su ausencia.
Hablemos de la Ley y la Justicia para los involucrados: las que señalan a Sebastián Cano como acosador o violador; y el señalado, Sebastián Cano al que por trámite legal, hay que darle el beneficio de la “dura”.
Cuando nos referimos a “las que señalan” no hablamos de Belem Palmeros, sino de las mujeres que a través de la regidora, se han hecho escuchar para demandar castigo para quien ellas señalan como su agresor.
Por otra parte, está Sebastián Cano, quien sólo respondió al primer caso del que es acusado, planteándose como “víctima” y no “victimario”. No obstante eso, hay una carpeta de investigación ante la denuncia que su ex novia de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la UV, hizo contra él: F4/774/2023. Y hay tres denuncias más de diferentes personas.
Es decir, no hablamos de un caso aislado (dixit Cuic), sino de una constante que al parecer inició en la secundaria, prepa, universidad y área laboral… es pocas palabras, de acuerdo a lo que se ha expuesto en medios, lo denunciado ante las autoridades competentes y culminado hasta este momento por la protesta de las regidoras encabezadas por Belem Palmeros, nos pone en un escaparate a un “Depredador”, y no precisamente como Arnold “Chuaseneguer”…
Es decir, estaríamos hablando de una persona con un comportamiento agresivo hacia el sexo femenino, que cosifica a la mujer, y que ve en la agresión, verbal o física, lo más normal en un recóndito espacio dentro de su cráneo… y lo peor de todo, con clara tendencia a repetir el comportamiento las veces que tenga oportunidad de hacerlo, sea aprovechando el ejercicio del poder, y en el peor de los casos (si puede calificarse como Peor), por naturaleza torcida.
Si se dieron cuenta, aquí no hablamos de colores, partidos o siglas… sino de la persona en un cargo público, de un representante popular, de alguien que en cuanto alzó la voz por las mujeres, éstas le recordaron quién era.
Sebastián Cano tiene dos opciones: enfrentar como ciudadano ante las autoridades correspondientes las acusaciones que hay en su contra, o continuar siendo el motivo de una protesta en las redes sociales, en las afueras del Palacio Municipal, en una Sesión de Cabildo…
Ojalá la Fiscalía ayude a resolver lo más pronto posible este tema, porque en primera instancia, en el Puerto, en el Estado, en el País, y allende la frontera, la sociedad ya lo juzgó…