El barco de la 4T tuxpeña, sólo podrá navegar con el pueblo 


Por Luis Guerrero.

Correo luisguerrerosur@yahoo.com

(Tuxpan, Ver. 18/03/2022).


La Cuarta Transformación es la expresión del hartazgo de las mayorías contra la corrupción de un grupo de políticos decadentes, en asociación delictiva con una minoría empresarial sin escrúpulos, que abusó del dinero de los impuestos y se apropió de gran parte de los bienes de la nación. Lo mismo sucedió en Veracruz y el municipio de Tuxpan no fue la excepción. En el Gobierno anterior, precisamente, la descomposición institucional ocasionó airadas protestas ciudadanas en diferentes áreas de la administración, destacó por sus agravios a la sociedad, la de Tránsito y Vialidad.


Con la llegada de la 4T se han realizado ajustes en lo administrativo y en relación con el personal operativo, sin que hasta la fecha se haya ofrecido a la sociedad un proyecto pormenorizado de mejora de esa corporación. Si bien podríamos estar de acuerdo, el tiempo transcurrido de la actual administración, es relativamente corto, sigue la esperanza de un cambio radical hasta ahora no observado. Al respecto y de acuerdo con el acta de cabildo del pasado 31 de enero, dos regidoras, (segunda y tercera), expusieron el problema de la corrupción, una de ellas hizo eco de la ciudadanía, que se queja de continuos abusos, en esa misma línea otra regidora informó, que dio parte al Presidente del abuso de la que ella fue víctima y el asunto se está atendiendo.


En principio llama la atención como un tema tan sensible para una sociedad agraviada durante muchos años, fuera incluido en el último punto de discusión, en asuntos generales. Sobre todo porque la lucha contra la corrupción es la política emblemática de la 4T. Si bien es cierto no conocemos toda la historia, vale la pena recuperar las respuestas que se establecieron en el acta. En ese texto, la Síndica señaló el deber de la denuncia para que la autoridad pueda actuar, además agregó, muchas de las personas que sufren abusos por parte de la autoridad para no tener problemas prefieren no presentar la denuncia, concluyó afirmando, Todo tiene que estar soportado por escrito. En esa misma línea el Presidente Municipal, se sumó a la estrategia de la Sindica apuntando la necesidad de alentar la denuncia como vía para depurar los cuerpos policiacos, quienes deben pasar los exámenes de confiabilidad y estar certificados para brindar mejor servicio a la ciudadanía.


No se duda de los buenos propósitos, exámenes y certificación el compromiso institucional y una amplia convocatoria a la participación del pueblo para alentar la denuncia y a partir de esta depurar la corporación, coincidimos en parte, pues, en una transformación de la vida pública como la que se ofreció en Tuxpan Veracruz, se parte de la premisa del actor fundamental que reconocemos como
pueblo, al margen de este sujeto colectivo o abstraído de este poder popular, es imposible la transformación o por lo menos, no existe comprobación histórica de que esto sea posible, pues el poder ejercido por una minoría, (o de manera unipersonal), sin el respaldo popular y al margen del colectivo, es necesariamente corrupto, reproduciría las viejas prácticas y previsiblemente no transformará, volviéndose contra sus representados.
De aquí que la transformación de la vida pública enfrenta serios desafíos, porque para que los grupos que se han favorecido puedan seguir usufructuando a las mayorías, es condición que éstas no participen, que se olviden de que el poder soberano radica en el pueblo, que si bien delega para que pueda operar la comunidad política, queda claro que los servidores públicos no pueden tener fines en contrario a la vida en común.


Que las personas participen de manera informada es el propósito de un representante popular, escamotear las explicaciones, las razones, acallando el debate de las ideas, son formas de ejercicio del poder que relega a la gente, pues lo no-público, lo obscuro, esconde la intención ilegal de arrebatar, de privatizar la voluntad pública, además de intentar socavar, obstaculizar el factible poder comunicativo del pueblo, única vía para un gobierno inalterado, abalado socialmente, como producto del consenso, no como dominación.


En razón de lo anterior, se reconoce que se piense en el colectivo para resolver las dificultades. Sin embargo, pensamos que el problema que enfrentamos es complejo, y si bien se ha señalado a la evaluación y a la certificación, como elementos relevantes para transformar las prácticas deshonestas, estas medidas son insuficientes, la situación exige acciones preventivas y disuasivas de la conducta ilegal, asimismo, reconocer otros factores, las obligaciones patronales del Ayuntamiento, no han sido cumplidas a cabalidad para con el personal operativo, es necesario dignificar sus condiciones laborales, mantener jornadas razonables, salarios justos y el derecho a la seguridad social integral. De igual forma evaluar la calidad regulatoria del Reglamento de Tránsito, (del cual nos ocupamos en https://bit.ly/melonosandia), para que en el menor plazo posible se reforme con el concurso de la ciudadanía, no en su participación limitada a la denuncia, más bien, como sujeto, que exige que sus necesidades se transformen en normas que le beneficien. Entre otras acciones urgentes.
Nos leemos en la próxima entrega.

error: Elementosmx