El Presidente no se va
La Contraparte
Por ÓSCAR PEDRO REYES CASTELÁN
En nueve días más, de éste al domingo próximo, se llevará a cabo la consulta a los ciudadanos para expresar si se revoca el mandato al presidente Andrés Manuel López Obrador por pérdida de confianza o que siga en la presidencia de la República hasta que termine su periodo.
Más allá de la discusión de ir o no ir a votar, de si resulta útil o inútil, es el proceso electoral más controvertido de todos los tiempos, y, lamentablemente, no es entre facciones partidistas o por antagonismos de simpatizantes, sino entre servidores públicos, desde el jefe del Ejecutivo federal, hasta consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE), magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), senadores, diputados y gobernadores, para crear, más que una sana y adecuada promoción de este ejercicio, un ambiente de enfrentamiento que, acéptese o no, repercutirá en el resultado final, probablemente con baja asistencia de votantes.
Las violaciones al marco electoral han sido reiteradas, permanentes, por quienes tienen la obligación primaria de observarlas. El primer desencuentro fue por la ampliación presupuestal solicitada por el INE para cumplir con este proceso electoral, casi de la misma proporción de una elección presidencial, que le negaron en la Cámara de Diputados bajo el argumento de que podía realizarse con el mismo gasto autorizado, con tan solo recortar gastos y sueldos, y, encima, los consejeros fueron hasta acusados de tratar de boicotear esta consulta.
Hubo infinidad de exhortos de la autoridad electoral a funcionarios para no hacer propaganda en tiempos de veda, los ignoraron, incluso, diputados de MORENA y sus aliados del PVEM y PT aprobaron un decreto express que permitiría a los funcionarios públicos promover, sin sanciones, la Revocación de Mandato, aprobada después por senadores de esos mismos partidos.
Los gobernadores de filiación guinda, incluida la jefa de gobierno de la Ciudad de México, no se quedaron atrás e hicieron la promoción en sitios oficiales, y hace unos días, el TEPJF ordenó a la Presidencia de la República retirar publicidad de la obra del recién inaugurado aeropuerto ‘Felipe Ángeles’, por considerarse promoción oficial.
En todos lados, en la República, fueron colocados en las principales vías de acceso espectaculares, pinta de bardas y posters en domicilios particulares a favor de la Revocación, muchos sin pudor, para que siga AMLO.
Así han sido los últimos meses, de pleitos, ilegalidades y descalificaciones. ¿Qué debe esperarse? El ambiente ha generado más confusión que confianza, ante lo cual se prevé que pocos ciudadanos acudirán a las urnas, como sucedió en aquella mal hecha consulta convocada por MORENA para votar por el enjuiciamiento a ex Presidentes del PRI y del PAN.
Cada quien debe tomar conciencia y hacer uso de su libertad para asistir o no a este proceso, votar a favor o en contra, o incluso abstenerse. La moneda, contra lo que se quiera hacer hacer creer, no estará en el aire el domingo 10, en cuanto a que se vaya o se quede el actual mandatario federal; por encima del resultado, Andrés Manuel López Obrador tendrá que quedarse a cumplir el periodo de gobierno para el que fue elegido por mayoría de votos en 2018 para terminarlo en el año 2024.
Lo demás, las consultas, sean para cancelar un aeropuerto, la instalación de una cervecera o sobre cualquier otro tema, es mero estilo, sello personal, forma de hacer gobierno en la 4T. Nadie debería terminar desgreñado por este asunto. El Presidente se queda.
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