Juego a Manuel Huerta
La Contraparte
Por ÓSCAR PEDRO REYES CASTELÁN
Si no fue distractor, el Presidente dejó ver el domingo el peso político del delegado de programas de Bienestar en el estado, Manuel Huerta, prácticamente presentado como potencial aspirante a la gubernatura de Veracruz por MORENA en la reunión que se realizó a puerta cerrada en el World Trade Center de Boca del Río, que encabezó el propio jefe del Ejecutivo federal con la estructura de Servidores de la Nación, brazo operativo de la 4T en la entidad por el contacto directo con la población que recibe apoyos económicos del gobierno.
Ahí, frente al jefe político del morenismo, cuatro mil operadores territoriales de los programas sociales estallaron en ovaciones al Delegado y corearon su apellido, según se escucha en los videos que circularon en redes sociales; el funcionario se levantó a agradecer, mientras el Presidente observa y comenta algo al oído del secretario de la Defensa Nacional, general Luis Crescencio Sandoval, pero ante la prolongada ovación, Huerta volvió a levantarse de su asiento para pedir con los brazos cesar esas manifestaciones de respaldo.
No gritaron “gobernador”, como sí lo hicieron simpatizantes del diputado minatitleco Sergio Gutiérrez Luna, pero cualquiera que conozca de elemental política sabe lo que significan esas expresiones, consentidas por el jefe del Ejecutivo federal. ¿Hubo abucheos al gobernador Cuitláhuac García Jiménez en ese acto?, no se escuchan, pero hay quienes afirman que ocurrieron, lo que en tal caso serían también expresiones del sentir de los de casa y del ánimo que permea en la población contra del mal gobierno estatal.
Huerta, según analistas políticos, podría entrar de emergente en la carrera sucesoria, si así lo decide el gran elector. Desde el inicio del actual gobierno realiza una labor incesante y discreta en toda la entidad; poco se mete en conflictos políticos, aunque últimamente opina con frecuencia sobre asuntos públicos.
Él, por su labor, es pieza clave del partido en el poder, y de quienes mandan en el gobierno federal. Acaso no tenga la misma cercanía con el presidente Andrés Manuel López Obrador como la tiene Rocío Nahle, secretaria de Energía, o, incluso, como directamente la ha tenido Gutiérrez Luna, desde el cargo de presidente que fue de la Cámara de Diputados, pero ha entregado buenas cuentas en su labor a cargo de los programas sociales en el estado, con méritos para ser candidato a Gobernador; y, en caso de no serlo, probablemente, pueda ser considerado para una senaduría. Será cuestión de circunstancias.
El asunto es que el Presidente le dio juego político el domingo, y eso debe inquietar a los demás prospectos de su propia cuadra, y sobre todo a aquellos que han apostado su futuro político y hasta el perdón de sus pecados, en otros aspirantes que aparecen más adelantados.
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