Los anticonceptivos para hombres ya son una realidad; podrían estar en el mercado en 2030 

Los científicos están experimentando con éxito píldoras, geles e implantes que permitirían a los hombres compartir la responsabilidad anticonceptiva con las mujeres. 

Muchos son más cómodos e infalibles que los preservativos o más fáciles de revertir que las vasectomías, y algunos se están desarrollando sin las hormonas que suelen causar molestos efectos secundarios a las mujeres.

“Lo veo como un enorme cambio en la equidad”, afirma Heather Vadhat, directora ejecutiva de la Male Contraceptive Initiative, una organización que financia la investigación sobre anticonceptivos. Entender cómo funcionan estos nuevos métodos anticonceptivos requiere un repaso del aparato reproductor masculino. 

Para los hombres, el éxito de la reproducción comienza con el cóctel adecuado de hormonas, en particular la testosterona. Estas hormonas dan la señal al cuerpo para que empiece a producir espermatozoides, un proceso llamado espermatogénesis.

Los espermatozoides tardan unos 74 días en desarrollarse y madurar, un proceso de regeneración que se produce constantemente una vez que el hombre alcanza la pubertad. Los espermatozoides maduros se almacenan en los testículos, una reserva de material reproductivo que se repone periódicamente.

Cuando un hombre eyacula, más de 250 millones de espermatozoides abandonan los testículos y emprenden la búsqueda de un óvulo que fecundar. Si se encuentran en el interior de una vagina, los mejores nadadores se impulsan hacia adelante, a través de la vagina, pasando por el cuello del útero, hasta llegar al útero donde, si tropiezan con un óvulo sano y fértil, conducen a la concepción.

Se están utilizando hormonas para detener el proceso reproductivo masculino dirigiéndose específicamente a la espermatogénesis, interrumpiendo lentamente el proceso de producción de esperma.

La versión más investigada es un gel tópico que se aplica diariamente en los hombros y brazos del hombre. 

El gel contiene una hormona femenina sintética llamada progesterona que reduce la testosterona, una hormona reproductora masculina, hasta un nivel en el que el hombre ya no puede producir esperma. A medida que el gel se absorbe en la piel, quedan pequeñas cantidades justo debajo, liberando lentamente hormonas anticonceptivas que hacen que el hombre sea infértil mientras siga utilizándolo.

Hay muy pocos efectos secundarios directamente relacionados con el gel, y los resultados son realmente prometedores”, afirma Christina Wang experta en anticoncepción masculina de la Universidad de California en Los Ángeles (Estados Unidos), que dirige ensayos clínicos sobre anticoncepción hormonal en hombres. 

Para evitar efectos secundarios como la disminución de la libido, el gel también contiene una pequeña cantidad de testosterona que se añade de nuevo al organismo, al tiempo que garantiza que los niveles de testosterona sean demasiado bajos para producir espermatozoides.

Wang ha reclutado a 400 parejas para probar un gel anticonceptivo masculino. Calcula que podría estar en el mercado y a disposición de los hombres en torno a 2030.

Por National Geographic 

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