Se celebra el Día Nacional del Libro en México en honor al natalicio de Sor Juan Inés de la Cruz

Desde hace 42 años y por decreto presidencial

Como cada año el día 12 de noviembre se celebra el Día Nacional del Libro.

Sabes ¿Por qué se eligió esta fecha?

Este fue creado por decreto presidencial el 6 de noviembre de 1979 durante el gobierno de José López Portillo, quien aseveró que la educación en el proceso de desarrollo del país era prioritaria.

Desde ese entonces se conmemoró por vez primera, fecha que también se eligió para honrar el natalicio de Sor Juana Inés de la Cruz, quien fue la máxima exponente de la literatura mexicana.

Desde ese entonces se conmemoró por vez primera, fecha que también se eligió para honrar el natalicio de Sor Juana Inés de la Cruz, quien fue la máxima exponente de la literatura mexicana.

Siendo muy pequeña Juana Inés de Ramírez de Asbaje, mostró una inclinación hacia las letras. A los 6 años supo lo que era la Universidad, pero a pesar de su interés natural, en aquel entonces era inconcebible que una mujer pudiera estudiar. Demostrando desde entonces su fuerza de convicción, le pidió a su madre que le cortara las trenzas del cabello y que la vistiera como un niño para pasar desapercibida.

En 1659 su familia se trasladó a Ciudad de México y en cuestión de tiempo fue nombrada dama de honor de Leonor Carreto, esposa del virrey Antonio Sebastián de Toledo.

Sor Juana Inés de la Cruz, joven.

A los 15 años, entonces edad propicia para contraer matrimonio, Sor Juana decidió que quería ser monja por dos razones: para no casarse y, principalmente, para poder seguir estudiando, aunque fuera entre las paredes de un convento.

En 1667 ingresó al convento de las Carmelitas descalzas, pero a los cuatro meses los problemas de salud la obligaron a abandonarlo.

Dos años después entró a la Orden de San Jerónimo, donde permaneció el resto de su vida. Los rumores dicen que en su celda tenía una biblioteca con más de 4,000 ejemplares. 

Durante su etapa adulta defendió el derecho de la mujer a la educación, a pesar de los intentos de algunos obispos que querían alejarla de los terrenos intelectuales.

Los poemas que le dedicó a la virreina María Luisa Gonzaga Manrique, condesa de Paredes, dieron cuenta de una relación entre ambas mujeres que para algunos expertos podría calificarse como “amorosa”.

El 17 de abril de 1695, a las tres 3:00 am, la escritora murió víctima de una enfermedad de la época: el tifus. 

Aquí uno de sus poemas

En perseguirme, Mundo, ¿qué interesas?

En perseguirme, Mundo, ¿qué interesas?
¿En qué te ofendo, cuando sólo intento
poner bellezas en mi entendimiento
y no mi entendimiento en las bellezas?

Yo no estimo tesoros ni riquezas;
y así, siempre me causa más contento
poner riquezas en mi pensamiento
que no mi pensamiento en las riquezas.

Y no estimo hermosura que, vencida,
es despojo civil de las edades,
ni riqueza me agrada fementida,

teniendo por mejor, en mis verdades,
consumir vanidades de la vida
que consumir la vida en vanidades.

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