Ser guardián del río y soltar el remo
Samantha Ortega
Jalcomulco, Ver.- Tras el decreto del expresidente Enrique Peña Nieto, que quitaba la veda a las cuencas, la selección de Kayak de Jalcomulco soltó los remos y se lanzaron a la defensa del río Los Pescados.
José Milán y Chevy son dos deportistas de alto rendimiento que dejaron su corazón en el río, para protegerlo y no solo vivir de él, sino también para él.
En el caso de Gervasio Rodriguez Tellez, cuenta cómo una empresa brasileña quiso “matar” el río de La Antigua, con la colocación de una hidroeléctrica y en ese momento los pobladores resistieron.
“Nuestro equipo fue parte de la punta de lanza de esta defensa y nos convertimos, después de unos atletas, nos convertimos en guardianes del río y posteriormente, defendimos al rio a capa y espada”, señaló.
Y es que este pequeño triunfo que mantuvo a salvo la cuenca de La Antigua fue a través de un amparo que las comunidades unidas interpusieron, pero “el proyecto no está ganado, logramos detenerlo pero no está ganado”, contó Chevy, añadiendo que la administración actual no ha respaldado.
“El rio nos ha dado todo, ni modo que lo dejemos a que lo mataran. Desafortunadamente el expresidente Peña Nieto sacó un Decreto Presidencial, el 2 de junio del 2018, con el que le quitaba la veda a nuestro río (…) no solo a nuestra cuenca, a 300 cuencas del País. Pero afortunadamente nosotros metimos amparo contra e decreto y de las 300 cuencas, solo dos amparos salieron positivos a la vida, a los pueblos. No de eso en Paso la reina, Oaxaca y el río de Veracruz, que es La Antigua”, afirmó.
En 2017, en el Mundial de Aluminé, el lema que movió a estos atletas fue “Ríos libres”, con el que contaron a otros países sobre el problema que se estaba viviendo en México, en el río con nivel alto de dificultad que muchos deportistas disfrutan, estaba viviendo.
Gervasio tienen hijos. Ambos coinciden en que lo que más quieren es dejar este legado a todos los jóvenes y aprendan a amar las riquezas naturales, que amen el río y le agradezcan todos los días por alimentar no solo su cuerpo, sino también su espíritu, alma, corazón y ponerle los sueños diariamente.
